¿Cuáles están siendo las dinámicas de la inteligencia artificial y la geopolítica?

Jorge Silveira Botelho | BBVA Asset Managment

Responsable de la unidad de negocio de BBVA Asset Management en Portugal

Jorge Silveira Botelho, con más de 33 años de experiencia en las áreas de gestión de activos y mercados de capitales, es responsable de promover y estructurar el negocio de gestión de activos del Grupo BBVA en Portugal.

Abril de 2025 por Jorge Silveira Botelho

Vivimos tiempos complejos, pero al mismo tiempo demasiado fascinantes, en que el mundo trata de encontrar un nuevo orden político y económico, mientras la inteligencia artificial se está convirtiendo en una auténtica revolución del conocimiento humano.

A corto plazo, es cada vez más difícil entender la estrategia económica y política de esta nueva administración americana, donde el absurdo se ha instalado y parece tener un efecto perverso, ya que el hechizo parece haberse vuelto contra el hechicero. La hilarante volatilidad política frena objetivamente la dinámica de la economía, donde la deriva de una política económica ambigua mina las expectativas y provoca la falta de confianza de los agentes económicos, instalando el excepcionalismo americano en un estado de estancamiento.

En primer lugar, el consumidor americano, que representa un 68,8 % del PIB americano en 2024 (fuente: BLS), muestra señales de cansancio e indiferencia. Por un lado, observamos una mayor debilidad en los índices de confianza, como el índice de expectativas de Conference Board, que ha caído cerca de 10 puntos en un mes, al mismo tiempo que en enero se produjo una fuerte contracción del -0,5 % en el consumo privado, con su correspondiente subida en la tasa de ahorro, que pasó del 3,5 % en diciembre al 4,6 % en enero (fuente: Bloomberg). A esto se suma el hecho de que la forma en la que en gran medida han sido tratados los funcionarios públicos poco ayuda a la recuperación de la confianza, y todo ello sin conocerse todavía cómo medir el impacto real de la inmigración en la actividad económica.

EE.UU.: Evolución del gasto real mensual del consumidor

En segundo lugar, la escasa transparencia y la aleatoriedad en la implantación de aranceles, además de erosionar las relaciones con los socios comerciales tradicionales, impactan directamente sobre gran parte de las multinacionales americanas, cuya mayor dificultad actual es gestionar su CAPEX. Asimismo, los niveles de optimismo de las pymes han perdido su brillo, a medida que la imprevisibilidad se
hace cada vez más evidente
.

En tercer lugar, pese a que la inflación implícita en los tipos de interés a largo plazo en EE. UU. (BE Inflation) sigue relativamente estable, el juego de los aranceles y la depreciación del dólar han aumentado las expectativas de inflación en las encuestas de índice de confianza de los consumidores. La propia Reserva Federal americana parece poco dispuesta a entrar en detalles, pero la política monetaria sigue siendo demasiado restrictiva y hay riesgos de que se produzca una mala valoración entre el riesgo real de inflación y el riesgo de recesión, fruto del riesgo de sentimiento exacerbado sobre la inflación. 

Diferencial entre el índice de expectativas de inflación a largo plazo de la Universidad de Michigan y la inflación implícita a 10 años en la curva de rentabilidad americana

Por último, la disparatada política exterior americana ha complicado el orden internacional, ya que se ha pasado de la previsibilidad a la imprevisibilidad. Si bien es cierto que, aparentemente, la política exterior hasta ahora nunca había sido un motivo de preocupación para el ciudadano americano, una nueva corriente de seguridad y de alianzas económicas y políticas causaría necesariamente un impacto en los niveles de confianza internos.
  

Sin embargo, esta situación difícilmente podrá alargarse de forma indefinida en el tiempo, pues una falta de orientación política de tal envergadura propicia reacciones internas y el riesgo de que la economía se precipite hacia una recesión generada por los famosos errores no forzados se puede evitar fácilmente.

A su vez, dicho desacierto político americano ha despertado literalmente a Europa de un estado
de letargo y ha contribuido de forma decisiva a un replanteamiento de su estrategia política y económica. Se trata de un escenario que no veíamos desde hace más de
10 años, cuando en 2012 Mario Draghi pronunciaba la frase «whatever it takes», repetida ahora alto y claro por el futuro canciller alemán Friedrich Merz. Todo indica que Europa parece querer reencontrarse y la perspectiva de un alto el fuego en Ucrania y un nuevo liderazgo alemán podrían recuperar el excepcionalismo perdido.

Los índices globales tienen un problema de exceso de concentración en el mercado americano, con el índice MSCI World detentando un peso del 73 % y el índice MSCI ACWI
un peso de cerca del 66 %. %. En ambos
casos, el peso de Alemania es 30 veces inferior al de EE. UU.

Evolución de los índices MSCI Word, MSCI ACWI y DAX en el último año (euros)

En este sentido, y a pesar de toda la desconfianza que genera este entorno caótico pero desafiante, existen fuerzas que no van a parar y que van a ser mucho más relevantes en la evolución futura de la actividad económica.

Cuando hablamos de geopolítica, tenemos que ser conscientes de que vivimos en un mundo totalmente interconectado e interdependiente, donde el intercambio de conocimiento se procesa a un ritmo sin precedentes. La tecnología es, en cierto modo, una commodity y las dinámicas de la inteligencia artificial generativa van a funcionar como un antivirus que atacará furiosamente la ineficiencia y la burocracia. La IA puede ser un factor disruptivo de aumento de la productividad y la reducción de costes de contexto, lo que contribuiría a un mayor descenso estructural de la deuda de los Estados. En el sector privado, la IA será una herramienta de dinamismo de fusiones y adquisiciones, y solo es cuestión de tiempo que empiece a manifestarse de una forma mucho más atrayente.

A día de hoy, la inteligencia artificial es una verdadera revolución del conocimiento, porque nos hace avanzar rápidamente y ganar un tiempo que nunca habíamos imaginado que tendríamos. No parece que nadie esté preparado para predecir con total seguridad los potenciales beneficios transversales de productividad que se van a generar en todos los sectores de actividad, pero lo cierto es que los va a haber y probablemente antes de lo que pensamos.

Quien no comprenda el valor del tiempo, probablemente será arrastrado por el ruido de la política efímera de la geopolítica… y, por tanto, va a perder la oportunidad de dar tiempo al tiempo y de invertir con éxito.