¿Será 2025 el año en que la IA conquiste definitivamente el mundo?
Ana Carrisso | Fidelity
Licenciada en Comercio y Administración de Empresas por LCCI, Ana Carrisso se incorporó al equipo de Fidelity International Iberia en 1998, donde ha desarrollado toda su carrera en el sector de la gestión de activos.
Abril de 2025 por Ana Carrisso
La inteligencia artificial (IA) registró un boom en 2024 que captó el interés de los inversores. La bolsa estadounidense registró máximos históricos, en gran parte gracias a la fortaleza de compañías estrechamente ligadas al desarrollo de esta nueva tecnología, como Nvidia, Meta y Alphabet. Seguro que, tras estos 12 meses, muchos de nosotros conocemos a alguien que ya ha incluido el uso de la IA en su día a día. Puede que hasta hayamos consultado ChatGPT o servicios similares. Sin embargo, mucha gente se sigue haciendo la misma pregunta: ¿hasta qué punto el desarrollo de la IA puede cambiar nuestras economías y con qué rapidez esta innovación transformará radicalmente nuestro entorno de trabajo? Según la consultora McKinsey, las empresas que utilizan IA en sus procesos pueden beneficiarse de una oportunidad equivalente a 4,4 billones de dólares en crecimiento de productividad a largo plazo, pero aún es más difícil calcular los beneficios de la IA a corto plazo: según un estudio de dicha consultora, el 92 % de las compañías tiene previsto incrementar su inversión en IA, pero solo un 1 % de los directivos cree que sus empresas han alcanzado madurez en el uso de la IA (entendida como la integración total de las herramientas de inteligencia artificial en los flujos de trabajo para generar resultados de negocio significativos). Estas reflexiones nos llevan de nuevo al título de este artículo: ¿será 2025 el año en que la IA conquiste definitivamente el mundo?
La IA todavía está dando sus primeros pasos
Pedimos la opinión de nuestros expertos en la edición de 2025 de nuestra Encuesta Anual a Analistas y su respuesta es contundente: el 72 % descarta que el uso de la IA vaya a impactar en la rentabilidad de las empresas este año. Cuando les preguntamos por casos específicos en los que la IA ya esté teniendo un impacto transformador en las empresas que analizan, los ejemplos más citados están relacionados con la automatización de procesos en funciones de servicio al cliente o actividades de back office, aunque también haya empresas en el sector de bienes de consumo básico que la utilizan para optimizar ofertas y descuentos. En todo caso, la mayor parte de las respuestas indican que la IA todavía está dando sus primeros pasos.
Por otra parte, si bien no nos sorprende, nuestros analistas nos dicen que cada vez más sectores están aumentando su inversión en I+D orientada hacia la IA y, entre ellos, son los de las tecnologías de la información (TI), finanzas y servicios de comunicación los que más han intensificado sus esfuerzos en este sentido.
La aparición de DeepSeek
Otro factor importante que puede superar las previsiones de los inversores respecto a la IA este año ha sido la aparición de la start-up china de IA DeepSeek en enero; su lanzamiento demostró que es posible un rendimiento equivalente al de los modelos actuales, como ChatGPT, a un coste mucho menor. Hasta ese momento, la opinión predominante era que la carrera hacia el dominio de la IA estaría liderada por empresas con mayor disposición a invertir más dinero, lo que reducía la competencia a un pequeño número de gigantes de la tecnología de EE. UU.
Nuestra gestora Tina Tian, gestora de Fidelity Funds China Innovation Fund, a raíz del «caso DeepSeek» publicó una nota en la que afirmaba que los inversores ahora se están volviendo más críticos en cuanto a las expectativas sobre la actual inversión empresarial en IA, lo que, a su vez, ha provocado una revisión de las valorizaciones que ha redistribuido las probabilidades sobre quiénes pueden ser los vencedores y los perdedores en el desarrollo de estas tecnologías. «La carrera por el liderazgo de la IA ya no es solamente sobre quién tiene el mejor chip, sino sobre quién lo puede utilizar mejor», indicaba Tina Tian en su nota.
En suma, las expectativas de nuestros analistas inciden en una visión pragmática de la realidad, pero sin dormirse en los laureles, ya que prevén un impacto positivo en los beneficios de las empresas en un plazo de cinco años. El modo en como el mapa empresarial se reconfigurará para entonces aún es una incógnita, pero prevén que los sectores con mayor potencial de transformación por la IA de aquí a 2030 serán los de salud y finanzas. El tiempo lo dirá, pero no esperen resultados tangibles espectaculares para lo que queda de año.