Cómo ahorrar en la factura de la luz

En 2014, los japoneses Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura fueron galardonados con el Premio Nobel de Física por la invención de los diodos emisores de luz azul, que permitieron que las fuentes de luz blanca brillante ahorraran consumo energético. A pesar de esta afirmación, la Academia Sueca estaba definiendo lo que conocemos como bombillas LED, una tecnología que hoy todos podemos tener en nuestros hogares y que los premiados con el Nobel de Física definieron como "la nueva luz para iluminar el mundo".

Las bombillas LED blancas son duraderas y muy eficientes en términos energéticos. Una innovación fundamental si tenemos en cuenta que alrededor de una cuarta parte del consumo mundial de electricidad se destina a la iluminación. De hecho, según sus creadores, "las bombillas LED pueden durar hasta 100.000 horas, frente a las 1.000 horas de las incandescentes y las 10.000 horas de las fluorescentes". Si a esto le añadimos que pueden funcionar con energía solar, podemos hacernos una idea del ahorro que se puede conseguir a largo plazo con el uso de estas bombillas.

A continuación resumimos las ventajas que puede tener para su hogar invertir en bombillas LED.

• La vida útil de estas bombillas es significativamente más larga, aunque en lugares con altas temperaturas su vida útil puede ser más corta;
• Encendido instantáneo;
• Menos contaminantes, pues no contienen mercurio.

Apostar por el desarrollo sostenible es la mejor garantía para un futuro mejor. Y en esta tarea, todas las medidas destinadas a mejorar la eficiencia energética y aumentar el uso de las energías renovables son bienvenidas. Este es precisamente el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) n.º 7 de Naciones Unidas (garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos), por el que también trabaja BBVA.

A primera vista, todo parecen ventajas, sin embargo, elegir la iluminación LED adecuada no es fácil. El mercado ofrece una gran variedad de marcas, tipos y modelos que conviene analizar bien, ya que con el tiempo nos damos cuenta de que hay grandes diferencias en su potencial de ahorro. Por lo tanto, a la hora de elegir una bombilla LED hay que tener en cuenta estos aspectos:

• Consumo y potencia: Por regla general, a menor potencia (medida en vatios), menor consumo. Antes de comprar una bombilla LED debe calcular el tamaño de la zona que desea iluminar y definir qué actividades realiza en esa estancia (no es lo mismo leer un libro que ver la televisión, lo mismo si es una zona de trabajo o de descanso).
• Duración y funcionamiento: Es importante que analice los horarios en los que necesitará la iluminación, ya que cada bombilla tiene un ciclo de encendido diferente (el número de veces que puedes encender y apagar la bombilla antes de que empiece a fallar). También es muy importante saber si vamos a utilizar un regulador de intensidad, porque en ese caso, debemos comprobar que la bombilla es compatible con las recomendaciones del fabricante.
• Apariencia: Existe una gran variedad de bombillas LED con diferentes temperaturas de color, tonos más fríos o más cálidos, que varían, respectivamente, de las más a las menos económicas. Otro punto relevante en este campo es la reproducción del color, que representa la fiabilidad de la luz artificial en relación con la luz natural. Esta información suele venir en la caja de la bombilla en una escala de 0 a 100, lo que significa que cuanto más alto sea el número, más calidad de luz proporciona la bombilla. 

Las bombillas de bajo consumo, conocidas técnicamente como CFL (por sus siglas en inglés), son bombillas fluorescentes compactas cuya principal mejora respecto a la iluminación tradicional es que son más eficientes y mucho menos contaminantes. 

Además de estos beneficios, hay otros que también deben tenerse en cuenta:

• Tienen una vida más larga que las bombillas convencionales y consumen menos luz, lo que favorece el ahorro económico;
• También promueven el ahorro de energía, pues consumen entre un 50 % y un 80 % menos de energía que las bombillas normales;
• Son más frías que las bombillas tradicionales, lo que evita quemaduras y otros accidentes.

A largo plazo, tanto si opta por las bombillas LED como por las de bajo consumo, ahorrará en su factura de la luz. Sin embargo, por regla general, el precio de las primeras es más elevado, lo que supone una mayor inversión. A partir de aquí, habrá que analizar cada caso particular. Si desea iluminar una habitación que utiliza muy a menudo (por ejemplo, el salón o la cocina), las bombillas LED deberían ser su primera opción, ya que consumen alrededor de un 80 % menos de energía; sin embargo, para otras habitaciones de la casa en las que pasa menos tiempo (terraza, trastero, baño), puede tener sentido optar por bombillas de bajo consumo.